Y salió trasquilado.

Una semana después de la dichosa anécdota, Pequeño Juan y yo coincidimos en el cumpleaños de un amigo. Yo todavía andaba picada, obvio, si lo que estuve esperando la vez anterior era un beso no un agarrón. Pero me hice la tonta y actué como si no hubiera pasado nada.
En el cumpleaños había harta gente a la que no veía hace tiempo así que fuí de grupo en grupo conversando con todo el mundo. LLegué donde estaba uno de mis amigos medievaloides y nos pusimos a hablar de música, de bandas de Finlandia, Suecia y Alemania. Pero en el instante mismo en que dijimos "Alemania" Pequeño Juan se nos pegó. No voy a decir nada al respecto porque fue una muy entretenida conversación. Después de un buen rato mi amigo nos dejó solos (¿Por qué todo mis amigos hacen lo mismo?) Pequeño Juan y yo nos sentamos y seguimos hablando de música. Me habló de su banda favorita y me cantó una canción al oido. Aquí debo dar una pequeña explicación, yo conozco al hermano de Pequeño Juan, y alguna vez me contó que ellos les cantaban en español a las alemanas para "conquistarlas". Pésima técnica debo decir, pero era una buena señal para mí.
En el cumpleaños había harta gente a la que no veía hace tiempo así que fuí de grupo en grupo conversando con todo el mundo. LLegué donde estaba uno de mis amigos medievaloides y nos pusimos a hablar de música, de bandas de Finlandia, Suecia y Alemania. Pero en el instante mismo en que dijimos "Alemania" Pequeño Juan se nos pegó. No voy a decir nada al respecto porque fue una muy entretenida conversación. Después de un buen rato mi amigo nos dejó solos (¿Por qué todo mis amigos hacen lo mismo?) Pequeño Juan y yo nos sentamos y seguimos hablando de música. Me habló de su banda favorita y me cantó una canción al oido. Aquí debo dar una pequeña explicación, yo conozco al hermano de Pequeño Juan, y alguna vez me contó que ellos les cantaban en español a las alemanas para "conquistarlas". Pésima técnica debo decir, pero era una buena señal para mí.